dimecres, 6 d’abril del 2016

El primer gusano come huesos del Mediterráneo, descubierto en Blanes. La Vanguardia 6/4/2016

El primer gusano come huesos del Mediterráneo, descubierto en Blanes
La Vanguardia 6/4/2016

Los sorprendentes anélidos Osedax eran desconocidos para la ciencia hasta hace un par de décadas

El gusano come huesos se encontró en unos restos depositados a 50 metros de profundidad (UB)

Osedax significa “comedor de huesos” en latín y es el nombre asignado por los científicos a un género de anélidos o gusanos marinos especializados en alimentarse de huesos de animales muertos, depositados en el fondo marino.

Los primeros ejemplares de este tipo de gusanos fueron recogidos en 1996 pero el nombre Osedax y la correcta clasificación de estos gusanos no fue presentada hasta 2004, en un articulo científico publicado en la revista Science que causó un gran impacto.

Durante la última década han sido localizados en diversos puntos del planeta casi una treintena de especies de este nuevo género de gusanos pero hasta ahora no se conocía su existencia en aguas del Mediterráneo.

Restos de ballena con gusanos Osedax y otros negrófagos (DeepSea)

Finalmente, un equipo internacional de investigadores coordinado por expertos de la Universitat de Barcelona (UB) ha descubierto en las aguas de Blanes, por primera vez en el mar Mediterráneo, una nueva especie de Osedax , un gusano comehuesos que hasta ahora solo se había encontrado en aguas más frías y profundas.

Los resultados de esta investigación, publicados en la revista científica PLOS ONE (noviembre 2015) incluyen la descripción filogenética, morfológica y ultraestructural del Osedax deceptionensis, otra especie de Osedax que fue descubierta por el mismo grupo de investigadores en 2013 en la isla Decepción, en el archipiélago de las Shetland del Sur (Antártida).

El artículo científico está firmado por los investigadores Sergio Taboada, Ana Riesgo, Maria Bas, Miquel A. Arnedo y Conxita Àvila, del Departamento de Biología Animal y del Instituto de Investigación de la Biodiversidad de la UB (IRBio), así como por Javier Cristobo (Instituto Español de Oceanografía) y Greg Rouse (Instituto Scripps de Oceanografía, Estados Unidos), uno de los más destacados expertos mundiales en el estudio de estos organismos.

Especializado en huesos de vertebrados hundidos

Los Osedax, conocidos comúnmente como gusanos comehuesos, son anélidos marinos que constituyen un ejemplo notable de adaptación evolutiva a un hábitat especializado: los huesos de vertebrados hundidos en el mar. Hasta ahora, estos organismos solo se habían hallado en los océanos Pacífico, Atlántico norte y Antártico; por lo que haberlos encontrado en el Mediterráneo supone una novedad: “El hecho de que hayamos encontrado Osedax por primera vez en el Mediterráneo constata que estos organismos también pueden vivir en latitudes templadas, relativamente a poca profundidad, aunque en relación con aguas más profundas”, explica Sergio Taboada.

Tubo de hembra de 'Osedax deceptionensis', gusano marino come huesos descubierto en Blanes (UB)

En las aguas donde solemos encontrar Osedax, la temperatura es baja, de entre -1 y 15 °C; mientras que en el Mediterráneo, a poca profundidad, la temperatura es de entre 11,8 y 22,2 °C. “La descomposición rápida del contenido de lípidos en los huesos que se encuentran en aguas a temperaturas más cálidas podría estar detrás de la ausencia de Osedax en el Mediterráneo a profundidades menores de 50 metros”, apunta la investigadora de la UB Conxita Àvila. En la Antártida, en cambio, dado que la temperatura del agua es muy homogénea en toda la columna de agua, también se encuentran Osedax a muy poca profundidad.

Huesos en aguas poco profundas

“Cuando un cadáver de vertebrado llega al fondo marino del Mediterráneo y se queda a poca profundidad, son las bacterias de vida libre las que degradan los huesos, descomponiendo la materia orgánica. A más profundidad, hay menos presencia de este tipo de bacterias a causa de las temperaturas más bajas de las aguas; pero también encontramos Osedax que, mediante unas bacterias endosimbiontes, se alimentan de la materia orgánica retenida en los huesos y ayudan así a descomponerlos”, ha explicado Sergio Taboada.

"Nuevos estudios determinaran si la nueva especie, que todavía no tiene nombre, vive sólo en el Mediterráneo oriental”
CONXITA ÀVILA
IRBio-UB

Según los investigadores, la presencia de Osedax en estas latitudes podría tener relación con el contacto con las aguas más profundas y frías del cañón submarino de Blanes, una zona donde piensan que podrían vivir poblaciones más abundantes y estables de la nueva especie de Osedax.

“Necesitamos realizar más estudios para establecer si esta nueva especie, a la que todavía no le hemos dado nombre, solo vive en las aguas poco profundas del Mediterráneo occidental o también se encuentra en aguas profundas de otras cuencas, como por ejemplo el Mediterráneo oriental o el océano Atlántico”, resalta Conxita Àvila. En este sentido, pendientes de poder recoger más muestras de esta nueva especie para estudiar sus caracteres morfológicos, “las únicas diferencias que hemos podido constatar respecto a otras especies son de carácter genético”, aclara Sergio Taboada.

Alimentación en simbiosis con bacterias

Hasta ahora solo se habían descrito seis especies del género Osedax, aunque se ha constatado la existencia de más de veinticinco. Estos gusanos comehuesos, descritos por primera vez hace once años, tienen características muy particulares. Los machos son microscópicos (del orden de unas 100 a 500 micras) y viven dentro de un tubo que construyen las hembras, donde solo desempeñan una función reproductiva.

Las hembras, por su parte, presentan una simbiosis con bacterias que les permite degradar la materia orgánica retenida en los huesos. No tienen ni boca ni tracto digestivo, así que se alimentan directamente mediante estas bacterias. De este modo, estos pequeños organismos (de pocos milímetros a pocos centímetros) ayudan a devolver al ecosistema la materia orgánica que almacenan los huesos.

A grandes rasgos, las hembras presentan una parte del cuerpo que queda fuera del hueso, formada por un tronco y una parte cefálica de donde salen unos palpos, que suelen ser de color rosado por la presencia de vasos sanguíneos. Estos palpos actúan como branquias, y en ellos se produce el intercambio de gases. Las raíces, donde almacenan las bacterias endosimbiontes, se localizan en la parte interior del hueso.

Artículo científico de referencia:

Bone-eating worms spread: Insights into shallow-water Osedax (Annelida, Siboglinidae) from antarctic, subantarctic, and mediterranean waters. Taboada, S.; Riesgo, A.; Bas, M.; Arnedo, M. A.; Cristobo, J.; Rouse, G. W., y Àvila, C. PLOS ONE, November 18, 2015 http://dx.doi.org/10.1371/journal.pone.0140341

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