Punt i final a l'absurda platja canina de Sant Pol de Mar però no a altres properes amb les mateixes problemàtiques 12/1/2017
... aquest matí llegint La Vanguardia mentre esmorzava em topo amb això...
Amb aquesta gent no hi ha manera, vaja!
La Vanguardia 6/2/2017
El Ayuntamiento discrepa del veto que ha impuesto la dirección de Medi Rural de la Generalitat
Prueba piloto de playa para perros en Sant Pol de Mar (Fede Cedó)
FEDE CEDÓ, Sant Pol de Mar
06/02/2017 12:26
Ha sido una iniciativa que ha muerto de éxito. La gran afluencia de bañistas con perros que el verano pasado acumuló la playa de Les Banyeretes de Sant Pol de Mar, en la costa norte del Maresme, ha sido su perdición. En un escueto comunicado, el Ayuntamiento anunció hace unos días que el 2017 “no podrá ofrecer ninguna playa para el baño en compañía de perros”. Lo justificó con los cuatro informes de la dirección general de Polítiques Ambientals i Medi Rural de la Generalitat demoledores, que consideran inviable la convivencia entre perros y aves en la ubicación actual. Especialmente preocupante para los ecologistas es la afectación sobre el cormorán moñudo, una especie amenazada que se asienta por decenas en el acantilado de Les Banyeretes junto a 21 especies protegidas, que también se deben tener en cuenta. El cormorán moñudo es una especie incluida en el anexo 1 de custodia europea, con la misma protección que el águila imperial, que no sólo protege al animal, sino también sus asentamientos.
“Es lamentable porque la prueba ha sido muy satisfactoria” razona la alcaldesa del municipio, Montserrat Garrido, que lamenta “la presión brutal a la que hemos sido sometidos” por parte de algunos “intolerantes” decididos a expulsar a los perros de la localidad de Sant Pol de Mar, aun conociendo que “existe una demanda creciente de playa para mascotas”.
La Generalitat ha propuesto otras ubicaciones en el litoral de Sant Pol, “pero realmente los lugares escogidos son una burla, es impensable”, critica la concejal de Medio Ambiente, Verónica Martí. “Nos piden trasladar la playa para perros a la zona de las barcas” la más próxima al núcleo urbano y la más retratada por los turistas por su encanto típico. “También nos propusieron la playa de Can Vilar”, la más concurrida, situada frente a la urbanización Sant Pol Residencial, donde se ubica la torre de vigilancia del servicio de socorrismo y en la que se asienta la mayoría de los servicios y chiringuitos. En este punto, la delimitación para perros “sería muy compleja y costosa”, afirma el Ayuntamiento.
En Sant Pol siguen sin entender la decisión de Medi Ambient. “Los perros estaban a 200 metros del descansador de cormoranes y nunca hubo un problema entre ambos”, argumentan. Sospechan que la Generalitat “se ha curado en salud” frente a la presión de grupos naturalistas, ecologistas y algunos vecinos de la urbanización, quejosos por ver invadido su remanso playero. “No hay prueba de que ningún perro haya atacado un cormorán”, insiste Martí, aunque la concejal no duda en agradecer irónicamente “al 8% de los usuarios de la playa por su incivismo” ya que su actitud ha sido utilizada como argumento contra el proyecto. “Era un pequeño grupo que no recogía las deposiciones y llevaba perros peligrosos sin bozal, que han hecho mucho daño, pero que se hubiera solucionado con la acción policial”, reconoce. Como siempre sucede, “cuatro han hecho quedar mal a todo un colectivo que se comportó exquisitamente”.
Pero Verónica Martí se queda con lo positivo de la prueba piloto de Sant Pol, que haya servido de ejemplo para que otros pueblos “como El Masnou o Arenys de Mar” estudien implantar playas para mascotas. “Sería lo mejor –razona– ya que si cada municipio tuviera su espacio delimitado, el resto no tendríamos tantos problemas”. Por Les Banyeretes, sólo durante los dos meses de verano, pasaron más de 6.000 personas con perros, colapsando el lugar los fines de semana con “más de un centenar de canes corriendo por la pequeña cala”.
La Vanguardia 18/7/2016
La costa norte de Barcelona acoge cada verano centenares de cormoranes moñudos, una especie protegida y amenazada por las artes de pesca
Grupo de cormoranes sobre unas rocas de Calella (isinatura)
FEDE CEDÓ, Calella
18/07/2016 10:43 | Actualizado a 18/07/2016 13:03
La presencia de cormoranes moñudos en la costa norte catalana es un claro indicativo de su óptima calidad medioambiental. Son aves de hábitos metódicos que vienen a Catalunya a alimentarse y que en invierno se concentran en el archipiélago balear para su reproducción. En verano, como si se tratase de turistas fieles, recalan siempre en el mismo espacio y se dispersan posándose en rocas, espigones e islotes, como la Roca Grossa de Calella, uno de los dormideros que los ornitólogos luchan para proteger de las agresiones externas y donde cada año se reúnen hasta 220 ejemplares. En esta zona se asienta el principal dormidero de cormoranes del Mediterráneo.
El responsable del programa marino de la entidad no gubernamental SEO/BirdLife, José Manuel Arcos, ha alertado de las amenazas que sufren estas aves atendiendo al minucioso estudio con anillamiento de ejemplares que realizan los ornitólogos Carles Tobella (Universitat de Girona) y Enric Badosa (Institut Català d’Ornitologia). Si bien el dormidero de cormoranes de Calella es el más importante, donde se llegan a contar 220 ejemplares, también se localizan a lo largo de toda la costa, en el túnel de Canet de Mar, Les Banyeretes y la Murtra de Sant Pol, la Musclera de Arenys de Mar, en El Masnou e incluso en el Bogatell de Barcelona.
Badosa pone en antecedentes de que el cormorán es una especie “que casi se extinguió en 1983” por lo que está incluida en el anexo 1 de protección europea “el máximo nivel, el mismo que el águila imperial” que no sólo protege al animal sino el lugar donde se asienta. En los años 60, en las poblaciones costeras era habitual fabricar aceites con grasa de cormorán o consumir sus huevos. Según el ornitologo, el abandono de estas prácticas contribuyó a su reproducción que se detectó hacia 1997 “en el dormidero de Roca Grossa”. Entre 2007 y 2011 el anillamiento y seguimiento de los individuos en Menorca, con más de 1.100 lecturas realizadas, ha permitido revelar sus migración hacia la costa catalana. “En verano vienen a cazar” y a engordar, “pasan de 1,4 kg a 1,6 kg” para afrontar la época de cría en Menorca.
Problemas en playas para perros
La presencia del cormorán en la costa catalana va ligada a la presencia del sonso, su principal alimento. Pueden sumergirse a profundidades superiores a los 60 metros, llegar al fondo y rastrear la arena con el pico hasta dar con su presa. Para ello ha sido clave la evolución conservacionista del sector pesquero con programas de autogestión. A falta de sonso, los cormoranes –corbs marins en catalán- ocasionalmente pueden alimentarse de otras especies como el sargo -popularmente patena o vidriada- como ha comprobado Carles Tobella, que junto a investigadores del Institut de Ciències del Mar de Barcelona, estudia la dieta de estas aves a través de las egagrópilas, las bolas de alimentos que regurgitan. Son animales de costumbres, detalla Badosa, duermen a las 19 horas, siempre en el mismo punto de la roca –al que regresan cada año- y miden su espacio vital entre sí con el tamaño del pico. Salen a pescar en grupo al alba y paran a descansar a media mañana en las rocas bajas, “necesitan mucho descanso ya que son animales de energía termoregulada”.
El anillamiento permite estudiar sus hábitos y detectar comportamientos excepcionales, como el del cormorán que cariñosamente llaman “turista E29” al que extrajeron un anzuelo del ala en Arenys de Mar, días después fue localizado en la playa del Bogatell, una semana más tarde fotografiado por una turista francesa en Alcudia (Mallorca) y a los pocos días recaló en Calella.
Aún preservando sus dormideros y colonias, a los cormoranes moñudos, habituados a la presencia humana, les aparecen nuevos enemigos como la presión turística o la regeneración de las playas. Amenazas a las que se suma la pesca, tanto la profesional como la de caña desde la costa. En este caso, Badosa explica que “el 14% de los ejemplares tienen anzuelos o hilos de nylon enganchados en la boca” ya que se tragan el cebo o se enredan con los sedales abandonados. “el 50% de las aves ingresadas en el Centro de Recuperación de Fauna Salvaje de Torreferrusa estaban afectados por artes de pesca” confirma Arcos.
En la misma línea, la incipiente moda de permitir la presencia de perros en algunas playas, como en el caso de Les Banyeretes de Sant Pol de Mar, provoca una grave afectación en los dormideros, ya que, como se ha podido comprobar en aquel punto de la costa, los perros persiguen a los cormoranes y en algunos casos hasta les obligan a huir. Los ornitólogos han alertado de esta problemática al Ayuntamiento y a la Generalitat para que decidan cambiar la playa para perros de ubicación.
La Vanguardia 1/9/2016
La Generalitat actúa para preservar el dormidero de cormoranes, aves de “protección prioritaria” por la Unión Europea
Playa de Les Banyeretes en Sant Pol de Mar de acceso libre a los perros (Fede Cedó)
FEDE CEDÓ, Sant Pol de Mar
01/09/2016 09:02 | Actualizado a 06/02/2017 12:26
Ni las protestas de los nudistas, ni las pancartas de los vecinos han sido determinantes para imponer el futuro cambio de ubicación de la playa para perros en Sant Pol de Mar (Maresme) que se hará efectivo el año próximo. El Ayuntamiento ha tomado la decisión por la recomendación de la Generalitat, una vez que el Departament de Medi Ambient ha exigido preservar el dormidero de cormoranes que se asienta en uno de los acantilados de la playa de Les Banyeretes. Con el cambio de emplazamiento, el consistorio cumplirá las reivindicaciones de los residentes -que muestran su indignación con pancartas y recogidas de firmas- y la comunidad nudista establecida en esta zona delimitada por espigones naturales.
Otto, un gran danés usuario de la playa para perros de Sant Pol de Mar (Fede Cedó)
El debate sobre una playa para perros en Sant Pol se ha zanjado con la intervención del Departament de Medi Ambient al advertir que en la playa de les Banyeretes, escogida por el Ayuntamiento como prueba piloto para el acceso de canes, existe una colonia de cormoranes. Se trata de unas aves “vulnerables de extinción” declaradas de protección prioritaria por la Unión Europea –el mismo nivel que para las ballenas- y que por “su biología cambiada” invernan en verano y mudan el plumaje antes de realizar la migración a las Islas Baleares. “Son aves que precisan mucha tranquilidad” informan los técnicos, “lo que no encuentran en una playa donde los canes campan libremente”. Por todo ello, aconsejaron acotar el acantilado de los cormoranes a doscientos metros de la zona para perros, “lo que se incumplió, ya que sólo les separan setenta metros”. Por si no fuera suficiente, la playa de les Banyeretes mantiene la calificación de playa natural, lo que eleva su nivel de protección.
Los cuatro informes negativos emitidos por los técnicos del Govern sobre la playa para perros de Sant Pol, a criterio de la concejal de Medio Ambiente, Verònica Martí, “son determinantes para estudiar una nueva ubicación para la próxima temporada” una vez superada con éxito la prueba piloto. “El lugar idóneo -coincide la edil- es la playa de Can Villar” más próxima al núcleo urbano, un tramo de costa lineal “junto al espigón del búnker”. “Es mucho más amplia que Les Banyeretes” aduce Martí, en la que será muy sencillo acotar los 300 metros delimitados para los perros. Si de ventajas se trata, la concejala reconoce que la nueva ubicación permite el acceso de la maquinaria de limpieza, lo que no permitía la situación de Les Banyeretes por la subida de la marea. Además, se conoce que la próxima temporada el Maresme dispondrá de nuevas playas para perros en el Masnou y Arenys de Mar, lo que “reducirá la afluencia en la de Sant Pol”.
Gran aceptación
Pese al debate generado, la prueba piloto de playa para perros en Sant Pol se considera un éxito. Lo corrobora la alcaldesa, Montserrat Garrido, que inicialmente se alarmó por la gran afluencia de visitantes. “Con el paso de los días el número de usuarios se ha estabilizado” y se estima una media diaria de 50 personas, lo que eleva a más de 6.000 las personas que han visitado Les Banyeretes con sus mascotas. Garrido entiende las reticencias de los vecinos “pero deben entender que la playa no es de uso privado y que Sant Pol tenía una necesidad”. La alcaldesa, por su parte, también minimiza la afectación sobre los cormoranes puesto que “ha crecido el número de ejemplares, pese a los perros”.
No opinan igual los miembros del Institut Català d’Ornitologia que hacen el seguimiento de la importante colonia de cormoranes (cuervos marinos) asentados en la costa del Maresme. El biólogo Enric Badosa, detalla que “si hay más cormoranes en el reposador de Les Banyeretes, es porqué hay más comida”. El alimento preferido de estas aves es el sonso y frente a la costa de Sant Pol se localiza uno de los grandes caladeros de este pescado. Badosa, igual que los técnicos de la Generalitat, se declara abiertamente partidario “de cambiar la ubicación de la playa para perros, ya que tiene un problema de frecuentación que incomoda a las aves protegidas”. El biólogo, sin embargo, atribuye al civismo de los usuarios de la playa para perros “que no haya habido mayores problemas”.
Los perros pueden bañarse en la playa de las Banyeretes de Sant Pol de Mar (Fede Cedó)
Más perros, más turistas
A Montserrat Garrido, alcaldesa de Sant Pol, le sorprende agradablemente que la implantación de la playa para perros sea la causa del incremento de turistas en su demarcación. Lo corrobora Núria, la recepcionista del camping Kanguro, ubicado en el kilómetro 661 de la carretera N-II, donde habitualmente está permitida la estancia con animales de compañía “sobre todo perros”. El establecimiento turístico se encuentra a pocos metros del acceso a la playa de les Banyeretes y este año ha incrementado en un 70% las reservas de usuarios que lo han escogido por su proximidad con la playa de Les Banyeretes. La concejal de Medio Ambiente, Verónica Martí, asegura que “también lo han notado en la pensión Tarano” el céntrico establecimiento hotelero de la población que también admite mascotas. Pese a ello, la afluencia masiva de usuarios a la nueva playa, no ha estado exenta de polémica por conflictos de movilidad y convivencia en las urbanizaciones próximas a la costa, ya que los vehículos estacionan de forma anárquica en sus inmediaciones, lo que provoca molestias a los residentes.
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